En esta obra Rudolf Steiner abre abre un espacio en cuyo escenario desarrolla las relaciones de lo anímico con lo corporal y espiritual. "...llegaremos a encontrar curiosas explicaciones sobre lo maravilloso de la vida anímica. Pero son necesarias diferenciaciones muy sutiles si queremos aprender si queremos conocer el drama de la vida anímica humana, con su héroe central: el Yo. Escondido en nuestra vida anímica hay alguien que en el fondo es infinitamente más sabio que nosotros mismos, y seria penoso si así no lo fuera.